El engaño de los PCR

Hace tiempo me viene dando vueltas en la cabeza recopilar información acerca de los métodos utilizados para justificar esta mal llamada pandemia por Covid-19 y justificar las medidas más descabelladas jamás vistas. Confieso que por momentos me viene a la mente desearle felicidades por un nuevo aniversario a los creadores de este gran ensayo del miedo que está cumpliendo dos añitos, o simplemente esbozar un feliz día de los Inocentes a los fieles creyentes de la “Iglesia Adventista del Santo Covid”, pero después se me pasa y vuelvo a enfocarme en lo verdaderamente importante: investigar y dar a conocer lo que no está a la vista de todos, aquella información que se tiende a invisibilizar y, por sobre todas las cosas, analizar datos y compararlos para que de esta manera cada uno pueda sacar sus propias conclusiones y elegir de qué lado de la vereda pararse.

El olvidado Kary Mullis

Kary Mullis, el bioquímico estadounidense creador del test PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa, PCR por sus siglas en inglés), obtuvo el Premio Nobel de Química en 1993 por esta técnica que, sin dudas, revolucionó la biología. Sin embargo, por su manera de entender el mundo, creo que este brillante científico se estaría riendo a carcajadas en su tumba si tan solo viera parte del despliegue teatral que se está generando gracias al indiscriminado uso de su test.

De manera simplificada y a los efectos de comprender qué es y para qué sirve este instrumento, voy a citar una breve definición del National Human Genome Research Institute: “PCR, o la reacción en cadena de la polimerasa, es una reacción química que los biólogos moleculares utilizan para amplificar (crear copias) fragmentos de ADN. Esta reacción permite que unos pocos fragmentos de ADN se repliquen en millones o miles de millones de copias. La amplificación del ADN nos permite estudiar la molécula del ADN en detalle en el laboratorio.”(1) Una vez amplificado, el ADN producido por la PCR puede usarse en muchos procedimientos de laboratorio diferentes. Por ejemplo, la identificación de la huella genética, la detección de bacterias o virus y el diagnóstico de trastornos genéticos.

Pero a pesar de todo, desde que el cuento de la sopa de murciélago se esparció alrededor del planeta, los términos PCR, hisopado, contagios, aislamiento o testeo se pusieron de moda, ya que el famoso test se volvió una herramienta indiscutible para diagnosticar casos de coronavirus y, sobre la base de sus resultados, implementar políticas “nazitarias” a nivel mundial, las cuales se reducen a una simple fórmula: a más positivos, más restricciones. Hace dos años que la vida humana está supeditada a lo que indica un test, ¿o alguien puede negarlo?

Pero, ¿cuál es el gold standard (2) para detectar covid-19? ¿Los PCR son realmente específicos para la detección de este virus? ¿Los resultados de estos testeos por sí solos pueden tergiversarse para justificar el cierre de la economía y de la sociedad en general? Preguntas que intentaré responder y aclarar a lo largo de este informe.

Volviendo al inventor de estos polémicos tests y hurgando en la web, vemos que él mismo explica que su técnica no es una herramienta para el diagnóstico, ya que a partir de la información obtenida no se puede dictaminar si un individuo está enfermo o padece determinada infección, pudiéndose encontrar cualquier otro segmento viral a base de ir ampliando las muestras seleccionadas.

Llamativamente, la Cetus Corporation, empresa donde trabajaba Mullis, le otorgó una recompensa como reconocimiento al éxito de su invento y su rápida difusión mundial y, en 1991 vendió la patente de la PCR a la compañía farmacéutica Hoffmann-La Roche (más conocida como Roche). El en aquel entonces Vicepresidente del mencionado laboratorio, Thomas Mac Mahon, declaró: “no estamos hablando de cronogramas futuristas para el desarrollo de esta importante tecnología, planificamos comercializar los tests PCR tan rápido como podamos.” (3)

Hagamos una escueta cronología de los hechos:

Agosto 2019. Mullis muere, aparentemente, por una neumonía.

Octubre 2019. En Nueva York tiene lugar el “Evento 201”. Encabezado por el Centro Johns Hopkins para la Seguridad en la Salud, el Foro Económico Mundial, y la Fundación Bill y Melinda Gates, se trató de una puesta en escena de una serie de simulacros de pandemias basados en distintos escenarios posibles con el objetivo de dar respuesta y anticiparse para abordar soluciones de manera global.

Diciembre 2019. Estalla la catastrófica “pandemia”.

Enero 2020. Christian Drosten, junto con otros virólogos, publican un trabajo sobre una prueba diagnóstica de PCR en tiempo real (Q-PCR), que fue aceptada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) enviándose kits de prueba a las regiones afectadas.

Y no. No son teorías de la conspiración. Son hechos de la realidad de este mundo que tanto vos y yo habitamos. Y en este punto de inflexión es donde nace el dulce amanecer de una técnica cuyos resultados mágicos y apocalípticos nos obligarían a permanecer regidos por una tiranía sanitaria.

La curiosa aparición de Christian Drosten

Capítulo aparte en esta apasionante historia es el que merece Christian Drosten, virólogo alemán que vio la luz al final del túnel (y una suculenta cantidad de billetes) y decidió pasar. Todo sea por brindar sus conocimientos para una buena causa (permítaseme la ironía). Drosten, quien si uno busca su biografía encontrará casi por unanimidad maravillas sobre su persona, no es el cordero que aparenta ser. Entonces, ¿por qué se pretende resaltar su imagen como el “salvador” de la humanidad? Este profesor, investigador y asesor, se hizo conocido durante la “pandemia” por covid-19 gracias al podcast “Das Coronavirus-Update” emitido a través del multimedio alemán Norddeutscher Rundfunk (NDR) y por ser referente de consultas de su gobierno en relación a la temática (un gran influyente de los políticos a la hora de tomar las peores decisiones).

Veamos. Durante largos meses la población mundial ha sido sometida a restricciones masivas a la libertad como resultado de las medidas adoptadas por un “brote” de coronavirus surgido en China. Estas restricciones se justificaron por el número diario de personas supuestamente infectadas, los que, a su vez, se basaron en el Test PCR para covid-19 que el Doctor Drosten desarrolló y que ha sido puesto en tela de juicio en varias oportunidades.

¿Cuál es la base científica para justificar los confinamientos? La misma surge del estudio “Detection of 2019 novel coronavirus (2019-nCoV) by real-time RT-PCR” realizado por Drosten, Victor Corman y otros, publicado el 23 de enero de 2020 en Eurosurveillance, “Europe’s Journal on the Surveillance, Epidemiology, Prevention and Control of Infectious Diseases”. (4)

Y por esta publicación, la OMS adoptó la “Drosten-PCR-Corona-Test” como prueba estándar para la detección del coronavirus. Hasta ahí, todo parece bastante coherente. Sin embargo, un comité de científicos de renombre internacional (5) analizó el estudio en profundidad, concluyendo que: “El protocolo de RT-qPCR publicado para la detección y el diagnóstico de 2019-nCoV y el manuscrito sufren numerosos errores técnicos y científicos, incluido un diseño de cebador insuficiente, un protocolo de RT-qPCR problemático e insuficiente y la ausencia de una validación de prueba precisa. Ni la prueba presentada ni el manuscrito en sí cumplen con los requisitos para una publicación científica aceptable. Además, no se mencionan los serios conflictos de interés de los autores. Finalmente, el breve lapso de tiempo transcurrido entre el envío y la aceptación de la publicación (24 horas) significa que no se realizó un proceso sistemático de revisión por expertos o que su calidad fue problemática. Proporcionamos evidencia convincente de varias insuficiencias científicas, errores y fallas.” (6)

Así, este grupo de científicos solicitó a Eurosurveillance que retirara la mencionada publicación, lo que ciertamente no sucedió, sembrando la duda de que Drosten y Chantal Reusken, coautora de su estudio, tuvieran algún privilegio en dicha revista científica.

En pocas líneas, el paper de Christian Drosten y su test fueron claves para determinar los “casos”, las restricciones a la circulación, el cierre de comercios y establecimientos educativos y cualquier tipo de reunión social. Digamos que se prohibió casi cualquier manifestación de la vida humana hasta nuevo aviso. En Argentina, al menos, eso significó una cuarentena prolongada, donde el anuncio oficial presidencial sentenció durante meses: “15 días más”, “15 días más”, “15 días más”.

Luego de haber expuesto las maniobras de Drosten, inmediatamente me invaden las preguntas. ¿Dónde estaban los medios de comunicación cuando más se los necesitaba? Lamentablemente la respuesta es una sola: se llamaron a silencio. Y aquí entramos de lleno en otro terreno pantanoso que abordaré oportunamente, dado que excede los fines de este artículo.

La visión de Stefan Lanka

Afortunadamente, existen otros puntos de vista sobre la cuestión. Prueba de ello es el que sostiene el virólogo alemán Stefan Lanka, quien, como ya les adelanto, no es del agrado de la oficialidad covidiana. Emparentado con los postulados de la Nueva Medicina Germánica del Doctor Hamer, sostiene que ningún test de anticuerpos sirve, descartando en consecuencia, la eficacia de las pruebas PCR.

Para Lanka, el proceso de construcción de un consenso con respecto a qué es y qué no es un virus suscitó arduos debates que, en el caso concreto del virus del sarampión, demoró décadas. Sin embargo, en el supuesto Coronavirus Chino de 2019, este proceso ha sido efímero, gracias a un puñado de clicks con el mousse y un programa informático: partiendo de la sucesión molecular de pequeños fragmentos de ácido nucleico proveniente de células y tejidos muertos, cuya composición bioquímica ha sido previamente determinada, con estos dos elementos se puede construir un presunto material genético mucho más largo y en teoría completo, de un virus antiguo o nuevo. En realidad, estas manipulaciones, llamadas “Alignment” (procedimiento de alineación) no arrojan como resultado un material genético “completo” de un virus, al cual se le denomina genoma. Durante el proceso de construcción conceptual de la “cadena de material genético viral”, las secuencias que no encajan se “pulen” y las que faltan se completan. De esta manera se inventa una “secuencia de material hereditario” que ni existe, ni se encuentra como un todo, ni se ha verificado. (7)

En una entrevista para la revista Discovery Salud, Lanka aseguró que la Covid-19 no puede haberla causado un coronavirus como el presunto Sars-Cov-2 cuya existencia además no está demostrada, aseverando que los tests que se utilizan para su diagnóstico son una estafa, que las cifras de “supuestos contagiados” y “muertos por” son irreales y que las vacunas, además de no solucionar nada, son sumamente peligrosas. (Creo que con todo lo expuesto ya entenderán por qué este virólogo no forma parte del círculo íntimo de covidianos unidos). (8)

Enfoque de algunos referentes argentinos

En concordancia con las investigaciones de Mullis, el virólogo Pablo Goldschmidt, la bioquímica y magíster en Psicoinmunoneuroendocrinología Patricia Fernández, la bioquímica y microbióloga Mariana Salmerón y la bioquímica y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Mariel Alejandre, ponen en duda la especificidad de la técnica de diagnóstico, argumentando que sirve como instrumento de referencia pero que no es por sí mismo la prueba exclusiva de infección. (9)

Para Goldschmidt los tests que se están utilizando ahora son tests de confirmación de diagnóstico clínico que no se validaron en poblaciones sanas. Entonces, ¿por qué enloquecer con la idea de hisopar a todo el mundo, cuando el valor pronóstico de los falsos positivos y falsos negativos es alto? El especialista publicó un análisis en el Suplemento Covid-19 de la Revista Argentina de Salud Pública, con extensa referencia bibliográfica, a fin de tranquilizar a la población. (10)

Por su parte, Fernández sostiene que es ridículo ponerse un trapo contaminado en la boca y considera que las medidas de la OMS atentan contra la salud. En un artículo de TN, la mencionada bioquímica señaló: “En mi familia no tuve ningún caso de coronavirus en un año, ni en el círculo de amistades. Lo único que puede llegar a tener es una PCR positiva detectando un virus que sea del viroma humano. En ningún lado se tomaron el trabajo de constatar si este fragmento de material genético ya existía de antemano en el viroma de pulmón”. (11)

De acuerdo con el artículo “Sobrestimación de casos COVID-19 sobre la base de los resultados de la RRT-PCR para la detección de SARS-COV-2”, publicado por la bioquímica Salmerón en la Revista Argentina de Salud Pública: “La detección de genoma viral mediante la técnica de reacción en cadena de la polimerasa con transcripción inversa en tiempo real (rRTPCR) para detectar virus SARS CoV-2, se considera como referencia para la definición de caso de enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) confirmado por laboratorio. Sin embargo, no es lo mismo detectar genoma viral que diagnosticar una enfermedad, y la sensibilidad de detección de la técnica puede exceder la significancia clínica.” (12)

Por último, para Alejandre, los resultados del test PCR no son una herramienta que permita definir aperturas y cierres, primero porque lo que importa (más que una PCR positiva) es que el paciente tenga la enfermedad, ya que se pueden tener positivos por contaminaciones, o sin que el paciente desarrolle covid-19. Lo que define la enfermedad son los síntomas y signos clínicos y se debe tener en cuenta el rol que juegan las contaminaciones de las muestras y los resultados falsos positivos o falsos negativos. Argumenta que la mejor estrategia epidemiológica para testear a la gente es mediante anticuerpos y no mediante un test PCR, siendo este último indicado para para pacientes que presentan síntomas de la enfermedad y no para evaluar circulación viral en la comunidad.

Conclusiones finales

Tenía pensado detallar cómo es el abordaje mediático que se le da a cada científico que cité, de acuerdo a sus postulados, enfoques y forma de ver la realidad, pero con que cada lector se tome unos minutos y escriba los nombres en cualquier buscador, inmediatamente podrán discernir entre ángeles y demonios. Este criterio aplica a todo orden de la vida, algo así como “dime qué piensas y cómo actúas que nosotros ensalzaremos o defenestraremos tu nombre en base a ello”.

Como siempre digo, no tienen que creerme a mí. No tienen que creerle a nadie. Analicen, investiguen, comparen toda la información disponible y saquen sus propias conclusiones. ¿Creen que de verdad hay más casos cuánto más lo replica la TV o es una sensación que se genera por la constante repetición? ¿Es un médico más creíble cuando no puede justificar quiénes lo financian, aunque tenga presencia día y noche en los medios? ¿Es fiable un periodista opinando cuando un referente en determinada materia argumenta lo contrario con datos y estadísticas? Como dije al comienzo, cada cual sabrá en qué vereda pararse…

 

(1) https://www.genome.gov/es/genetics-glossary/Reaccion-en-cadena-de-la-polimerasa

(2) Concepto que se utiliza en medicina para definir las pruebas que tienen la máxima fiabilidad para diagnosticar determinada enfermedad

(3) https://www.science.org/doi/epdf/10.1126/science.253.5020.627.a

(4) https://www.eurosurveillance.org/content/10.2807/1560-7917.ES.2020.25.3.2000045

(5) https://cormandrostenreview.com/icsls/

(6) https://cormandrostenreview.com/report/

(7) Artículo publicado en la Escuela Superior de Medicina Osteopática Sanasport: https://www.sanasport.es/wp-content/uploads/VIRUS-UN-ERROR-DE-INTERPRETACION.-STEFAN-LANKA.pdf

(8) https://www.dsalud.com/reportaje/stefan-lanka-los-virus-no-son-microbios-y-no-tienen-capacidad-infectiva/

(9) https://www.infobae.com/salud/ciencia/2021/03/13/una-publicacion-cuestiona-la-utilidad-del-test-de-pcr-como-herramienta-de-salud-publica/

(10) https://tn.com.ar/sociedad/2021/03/13/una-bioquimica-argentina-cuestiono-el-uso-del-barbijo-y-la-vacuna-contra-el-coronavirus/

(11) Salmerón, M. B. (2021). Sobrestimación de casos COVID-19 sobre la base de los resultados de la RRT-PCR para la detección de SARS-COV-2 . Revista Argentina De Salud Pública, 13, 1–4. Recuperado a partir de https://rasp.msal.gov.ar/index.php/rasp/article/view/642

(12) Ver referencia (9)

Otras Fuentes:

https://latribunadelpaisvasco.com/art/13799/kary-mullis-inventor-del-pcr-esta-prueba-no-te-dice-si-estas-enfermo-o-no

https://elpais.com/elpais/2019/08/13/ciencia/1565717605_558894.html

https://www.infobae.com/america/mundo/2020/03/16/quienes-hicieron-el-mapa-de-johns-hopkins-ya-habian-hecho-un-simulacro-en-octubre-pasado/

https://www.conclusion.com.ar/por-los-medios/pandemia-escandalo-en-la-alemania-de-merkel-respecto-fiabilidad-del-test-pcr/12/2020/


Si te gustó este contenido y querés colaborar con mi trabajo podes hacerlo a través de los siguientes medios. Muchas Gracias!

También te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *